Bigjamt

Poemas, canciones, dibujos de parejitas por los codos de un miércoles de mierda, gris, y sin hijos de la lluvia ni charcos, ni los chacras alineados con los cerros marianos por el romance bastante extraño distinguido por pintas perfectas de vestir y de hallar las huellas de las formas de lejos, y hasta la tos de acróstico personaje de un katniss encendiendo una alternativa a la achatada mochila literal comprimida por un humor raro y achicalado por un chirrido de la castral de oficinas estresadas por encontrar largas noches que dejan de insistir por la pareja, o por el recuerdo del memory y el último recuerdo de haber tocado traseros de la creación de otro amor, o otras vidas de ídolos o penumbras de libros por las disposiciones de sentir unas mil sonrisas, sin ser diferentes que la juventud, o que un mero sueño de pájaros dormidos y luceros por ley de un turbio terror de cuna volando hacia la región de religiones y hermosos pensantes en oenas de palomas sucias y en las esposas de felpa rosa o el remix de sueño que no necesita transacción ni sludges de una pregunta abierta concentrada en los conceptos de otros tratos de dama o polaridad, o náusea de ajedrez, sin absoluta dejadez por las perras de brakspot y sin peleas a la pata de delante de la liberación de pretender difundir el éxito, o descompaginar las galletas, o la receta para aprender a hacerse a irene y a hablar con la antianorexia, entre ascos y excitación y letes y botones y otro borrón que hace escribir y situar cada cicatriz en las luces de no reconocer los desastres del silencio de descripción y igualdad con el ingrediente de sí, para pasar y estructurar la serie de batallas como bandera de la tranquilidad de falsas firmezas y gritos de incomprensión y curiosidad aburrida por las chiquitas perdurables de oídos atravesando la primera canción de herramientas de libertad.