
Miénteme, dime que con aquella primera pluma cérviz y al final, tragando con todo. Papillas, sushi, el 23 que no falla, vacío en la alfombra roja, grandes todos, pequeños nadas fríos y turbios, terrores y ansiedades que siguen again, año y medio sin detenerse ni un solo segundo del tiempo 675, que se encuentra y devora el despido del no ser, de su ser enterrado con el Karma entre bloques y sueños postizos y paranoias entreabiertas y señales de humo y señas de identidad como las que se pierden entre Pam, Keikos y loriciendas ocupadas y sensuales con tez clara y cuerpo de chocolate, pero con ojitos de ángel.
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