
Sobrarían las palabras y entrañas parecidas a los spaguetti Bolognesa que caen y traen historietas venenosas, deliberadas intenciones y premisas de dos a cuatro tipos, o de tres caricias violentas, mártires, más antiguas, sobre las viejas arcas y muselinas con salsa Coulís, de algo poco habitual, y algunas paranoias que ponen a prueba más platos y lorzas y platos de spaguetti Bonduelle por millones de espectros mirando, las lorzas y entrañas que no salen a la carta de los jamoncitos, ni acompañan chorizos, y se preguntan si suelto o recogido, o si el plato de entrañas forma parte del menú del día en cualquier ristorante de mariscos y paellas cobadas al punto de la mente, a la menta, al pastel de entrañas que se sirve para el postre.
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