Según el tren, según la palabra pátina y el propio misterio de la moda, amarna y colaboradores y sus figurillas de pátinas de piezas y falsificaciones y pequeños objetos como moneditas que corroen barros y seguimos con figuras verdaderas y rotas como yesos y porosidades posibles, mínimas pátinas en urnas de cristal-cartón, o de un mármol rojizo, no se sabe bien el material de las perulias, sólo se ven, visionan y toman el material curioso, y el robot es recepcionista, y detectan presencias humanas y responden a las cuestiones, y se exponen al sensor analógico del
acto de algunas teorías dormidas, indignadas llegando al paraíso.

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