
Directamente a cualquier precio, a las carnes ahumadas, delirantes de cirios y lirios, no sale, borrá y empezá de novo, con cinco euros sobrantes del zozobro quebrante del café decafeinatto con alguna sacarina que otra, mitad por mitad, doble carajillo con 103 más pocos hongos del desdén de los pitufitos, centauros centenarios en otro desdén y más desdenes y edenes que saltan partes, y especulan sobre el camino correcto del cuerpo etérico, benéfico con otros cuerpos e ideas etéricas, interrogantes a la carta, postres deseosos que chupan la creme de vainilla dejando paladares y dentaduras con un sabor dulce, en conserva, y pocas palabras que quedan para deleitar, para los postres, para las carnes...
Comentarios