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Tutanka

Monká, tután, un dinámico centro voyeur a la maldita así, embriagada por la sensación nostálgica, dorada, vestido gris teletransportado para herald bantenderd que continuará como chango y tutanka y buscás la calle larga de relicarios y estabilidad en forma de tributo mostrando caras y tres dólares por foto y rodeos bull lover y algo chuchaqui, de sabor xanó de neón condenado, observando la bienvenida que escogimos to mars nuevo, de nuestra historieta aleke malanda, sentada en el botón con la columna entre digóu y el aguacero por si acaso fallá la delicadeza radial, dariou, u copiá de las sete felaciones e hiluje comunicando  a la joven y los lombardos muy presentes en el postrecito para que entren tetas contra el sanscript para las colitas uniformadas de luz y de la misma informal, cojuda coyunda, quizás lenta, cruda lorna de nombre y asoma la paja desigual, imposible importancia de buenas lavamates como menciona el primer de inmediato error que apunta directamente a la dirección, hojaa de ruta, tetralogía, en tacec cruci y mensajes púbicos, especies de ejemplos y esas cosas de uno mismo que angustian y parecen quimeras sin lucidez fagocitando leche en combo y chorros de teatro que vienen en verso falso, lust, en nuestro medio que suena que es un puente de galletas y nutell e acordes tonos a sarlo saberlo, y abalardas gianeras o las academias que parpadean la muerte, la definición a lo big noise, volver a lo perfomático luisit en ellás de improvisio, bien cercano a agambén, proponiendo informar los deseos convocados, con espacio para las preguntas y muestras y abordes y íes políticas en el otro campo del pensamiento y nuevamente las gracias con mis niños imaginarios sin estar a la altura de traces y mujeres para agrandar sobre esta base en el sello auvidís con cada oralidad de largo, de tapafondo.

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