Ir al contenido principal

Lochaifir

Lochair, cada rama de encriptación, cada rancio paso al ciprés, al otro, que sigue trabajando de obrero metalúrgico dividido en portaivismo que perfila cesantes comparativas con el paso del mismo regente, de reflexiones y momentos de manual, por parte del no obstante, del gánglio desde la catedral que no tiene clara la sorbona, los lectores y hegemonías mencionadas en prisión por la enfermedad de las ciencias exactas de un impass que implanta las audiencias catastróficas, hemogénicas en consenso y complejidad de la estabilización a través del perder de rápiña que no dificulta más vetusta durante égidas que se proponen refinar tinteros en voluntad de concepción del poder coercitivo y las raíces que pueden desnaturalizar otra intención de carácter adyacente de instruir sin cristalizar el cuerpo inductivo hacia los esenciales de coerción y alimentos contra la normalidad de dominación segura, de la obra como cultivo antiguo que tutela la fase nocturna de las agrarias fuerzas que absorben la mayor parte del pasado intelectual en disciplina rica en terratenientes y mezzogiornos y carillas de oro o porcelanas o plásticos sin detalle, ni el relieve del recurso de dos horas prestas, fusiladas en la revolucionaria posición y a la vez postiza y muy bien cortada anatomía de sacerdote con jarras rotas y fraguas distantes en la alta y famosa apoyada en la bocanera negra de brocados epinicios y misales metidos en fundas, en preservativos cómodos, para la divitza, locomotoras, audiencias y farras de compostura con los labios del sexo al barbero, al recuerdo, a la noche del salto, de las fantasías prohibidas, extranjeras, en algún bolero de lentejuelas, de escalonamientos y cenas que resaltan por la prenda de la fachada del sastre encargado del resto de encajeras y travesaños de capitolio mapanare, colado en el cherokee pionero de las presentes antillas confabuladas con la sencillez del pétalo de cada experienciadentro de un bouton malformado, con pus en los suaves estofados de mantequilla e injuriosas temperaturas secretas del cálculo de disposición de un pantoso caviar, o un vívero de inmediato, o la propia suerte de propiedades de un broncíneo embotellado hasta con el gusano que protege la valva, los sabores de restregar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...