
Empieza la cuenta atrás, y su regalo de cinco segundos, las toses que engullen párpados y estenopeicas, sites, microsiervos, timbres, campaniles, elisabettas, hoppel hoppel de conejito y antifaz de pro se rhonda, miunzzis, hacia edmicismos y rondas de tambores y birras, mendigos canijos, unas nalgas apretadas de mimbre por el momento sin la respuesta adecuada a cada emoción steineriana y a cada cosmos, a cada parte breve que llegará y saludará en breve a todo quisqui con bombers y martins para quedarse con lo mejor de la multitud vestida de efeméride, cruz santa, roja, cofia, perversiones a cada parte de la bombacha, y donatiene krictokmisone a unos doscientos metros hasta la estación de Bernardo delante ramas hasta hartarse ici arriba y abajo como si las glándulas salivales segregaran semen rojo con sangre de mantecoly suboficiales negros marengo y menstruaciones, corazones al duque de la santa baby beliggende tilpasset og deres min og skriv, olvidado el dolor, ni el otro mundo trae consigo fiestas y penes de plástico de regaliz, cachés, recordatorios, crueldad amarga, fresca brisa de los bulevares a cara o cruz, con un tanto imperio y encuentros muertos cabalgando entre perros y melocotones rebozados con pan rallado y huevo chup chup, al cazo de glamour y Hollywood, o la plasmación de personas difuntas a los sueños en cada pedacito de concha pelúa y húmeda y rasurada esperando el momento crucial de la fama, del poder judicial, del yo sobre la mancha babour, sobre la marcha atrás del moho verde, fetiche a la acción contaminada de voliciones y pudridumbres en gota-despertador; y no solo literalmente cháchara y garfios de la villa de principios del siglo 67 con gotas y mariposerías y mejores magnificiencias, raíces a secas, menestras verbalizadas, barbitúricos, petras, pomelus, almuerzos por cumplir, dos copas y sospechas, menestras, apalogías babour de lo que no pudo ser, o mejor erotismo y sexo de blancas viciosas bajo consoladores y metros de becarias enjauladas en oposición y más derechos autobiográficos y presentaciones y escrituras de banco repetidas de rapapolvos y los cinco segundos del principio se convierten en finales y más minutos difíciles de terminar en tres rombos y Santa Baby ez bizitzan ta ta zu agertu vasco minik ez ta ta oran y nórmadas chacho.
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