Antonyptol aytonpol contradyctorius recientemente alejo a las portentosas líneas y latitudes, pérdidas, cargas, tamoi-ypy, pirapó creciente, panta, fariscos, cicatrices, ese alguien únicamente comisionado, embustero, charlatatatatatán de no seguir en el barro y no ver borronear el asno frito y al viejo párraco semejante tal vez copiadas perennes, cargas en un solo pensamiento vucencia de sultán copiado, varios cerrazones culpidos tras la descripción pasiva, tras hasta aquí, de tarde, gada levita, tricornio, memoria espejando el no rostro ilegible venado bajo vientre del donde, del allanar orden desorden belgrano, sonsacado ysielas, sondas, felonías, hmph, utreques, vanas, asunciones, aytonpoles pardos lelé, cargados de grillos y epicarpios y palabras reales demasiado bondadosas pero falsas, limos de papayotes avaporú que suena el color claro y monotonal y los pasos y las prisas de la sociedad voluble, y los pensamientos supremos de fuera del grupo tonal que todavía ansían catecismos y diazepanes en disposición de pastel de fierro, de cocoa cerrada en abrirme los poros y transformar dícherek en evangelios y maneras raquíticas, falsas como el punto de vista de la dulce angústia del chirrido y pausas de la memoria y los padrenuestros dictadores y firmes y algo del cerrito en el monte de recuerdos interinos internados en los almenos y los vacilos sin llamar, ni decir villarrútia ni preguntar papillón a no se sabe quién, ni dónde está el mantecol caducado ni las horas de futuras explicaciones proféticas de cuentos y partes fantásticas de este corto pasaje, más lejanos disgustos en forma de albañil y monstruos de ácaros rompiendo moldes y braguetas materiales, censos y pasas rubias por la que la sigue con precisión del pito traidor y finezas memoriosas.
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