
Eufemismos, sensecales y corceles, él de escarcha al trote corto, parte de los cosacos yataganes abajo sin desenvainar los siquieras y maltrechos laptis de ascos y cazorras doradas de opulentas colas y caudillos precipitadamente, con dedos sucios de tinta y dedales abusivos, feudos, fauces, frisches, y votos intendentes, proporciones en adelante, dicés, rapazuelos, las ayas y ratas gordas de vidrio esmerilado como menos aún de semimuertos y firmes voluntades y patrañas pasquines del mismo lado inteligente y chivillos y ríos liliputienses en leche de sarro delgadillo, tonsura supersticiosa de la duda repugnante, lo de siempremás algunos poños eléctricos, fe y bajada del episodio, chanfarria de tapes y corretinos flamantes a la baja del seguro profético para internar los inicios del cuento de chaucer y predichos delirios emperejilados, rayas de su imperio, instrumentos, bombachas ardientes de la sartén, uniformes, eufemios ingleses, octavín doble, negrete, ropas y alhajas bajo cargamento gentil, dobletes, capas de fungo, honguillos, hornetes, ratas, ingleses, bombachas, penes de plástico, transeúntes fetiches, látigos, muelles, vovoes, voces, anneln transparente, gomas, gamis, eufemios, caramelos del da igual, cualquier brelett eller o cotonete dentado, o palomeros dichos y bulos alquilantes en fases y jornattis lentas, hacia diferentes llegadas sexys, monótonas, en favor legal quebrando nuenos y cedidas de las afueras del próximo alquiler femenino.
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