Bi lo después entero, racamulco, cándido al mundo de la psique, egoismo de cara y espalda de límites que atan el deseo desnudo y dejan el sentir del andar hinchado, sin señales tiradas para ser murmuradas luego, lejos del respetuoso manjar de migajas y penes produciendo testosterona a todas horas sin parar de leer locuras y pensar en chominos, culos, pedos, olores, bombachas, incienso de derecha a izquierda por la mitad del azul tocado y azufre al copiar la mar puesta a llegar de las veces y las causas mortales, rincones escondidos entre el erotismo y la lírica interior de muros espesos y notas y sasas y apenas bahías varadas de tacto viscoso y realidad prohibida, zarapameos silenciosos, chirridos fondos de una calleja, saldos, pensiones, veinticinco, veintisiete etericos, cargados de adrenalina para conocer y redoblar las opciones sexuales de cada tendencia vergonzosa, besódromos bichicomiendo la tortura de la crítica fácil y esperando el soul fffffffound bichicomiendo entretanto entreactos y baladas, dados greedspann, borocotó y luego chas en la botija licenciada en el desértico choto, en algo sin sentido escrito bajo la mireta cantegril, chupetín mortadela y mamadera y cuete de acá, chivitos, punses, ricarditos, gurites, escarchos, sucundún con chequendegue, yi catorcetreintayseis tristinitíes en pompa, pupilas paralizadas menos las doce y dos y tres y cuatro y tres y medio y doce decécimas y cuatro uruguayeces vivas, apenas fértiles inciestos y pocas boludeces a punto de ser respondidas en medio año o incluso menos en nupcias y clubes de largos vuelos agrupados en el sexto útero del tiro y aparte.
Bi lo después entero, racamulco, cándido al mundo de la psique, egoismo de cara y espalda de límites que atan el deseo desnudo y dejan el sentir del andar hinchado, sin señales tiradas para ser murmuradas luego, lejos del respetuoso manjar de migajas y penes produciendo testosterona a todas horas sin parar de leer locuras y pensar en chominos, culos, pedos, olores, bombachas, incienso de derecha a izquierda por la mitad del azul tocado y azufre al copiar la mar puesta a llegar de las veces y las causas mortales, rincones escondidos entre el erotismo y la lírica interior de muros espesos y notas y sasas y apenas bahías varadas de tacto viscoso y realidad prohibida, zarapameos silenciosos, chirridos fondos de una calleja, saldos, pensiones, veinticinco, veintisiete etericos, cargados de adrenalina para conocer y redoblar las opciones sexuales de cada tendencia vergonzosa, besódromos bichicomiendo la tortura de la crítica fácil y esperando el soul fffffffound bichicomiendo entretanto entreactos y baladas, dados greedspann, borocotó y luego chas en la botija licenciada en el desértico choto, en algo sin sentido escrito bajo la mireta cantegril, chupetín mortadela y mamadera y cuete de acá, chivitos, punses, ricarditos, gurites, escarchos, sucundún con chequendegue, yi catorcetreintayseis tristinitíes en pompa, pupilas paralizadas menos las doce y dos y tres y cuatro y tres y medio y doce decécimas y cuatro uruguayeces vivas, apenas fértiles inciestos y pocas boludeces a punto de ser respondidas en medio año o incluso menos en nupcias y clubes de largos vuelos agrupados en el sexto útero del tiro y aparte.
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