Tres notas complementarias, comentarios del café que nos cierne flores, cadáveres, mortajas, ramos, discos, dentaduras postizas, sopas, papos, soploncios varios, consecuencias, circunstancias ajenas, cronopios, relatos, pan dulce y dorita mientras para una lustrada liturgia, algunos bajo nivel, a lo insólito término de heces y vísperas tales terceras ya hartas da al quai en palabras y arcas sueltas aracosas de manera poretáte el ovillo y los zapatos de marca y zapallos, entrevistas, revistas bifurcadas de pronto con una pregunta inesperada, berretas, figuras cuyos nombres repetís en algo aceptando despertar en coma y proce carcomida, gihangakoauauota; momentos, más cultura, segundos batidos, vasos de semen y cacao tasse preferentemente tíbio, satinado, piel albaricoque, íntimo, voyeur felizmente casado a la sazón barral, a la hora X del día Y, de las coordenadas babilónicas, guarras, entre dos olvidos y cesare la horrenda náusea del falso peso social del culo de un tal Lucas o Matías o Elías o Petequías o Julio-Ambrosio donde alguien que lo esperaba con fiebre y patas de gallo y juanetes en los dedos de la mano en el momento de buci para pedir no more tequila y réplicas usando renunciamiento parcial varitado y capas y más capas de fluido y recuerdos en una repetida convulsión de espasmos, lúgubres palitos revoltosos de bye cospield, salenas, fama, fama, besos, tetas, conchas, formas de mujer, y lo de guidabayón en cambio muy discutible en asperezas y retoños nocivos, contagiosos, exactamente lo contrario para llegar a provocar la piscina o la playa o la cascada de leche muy perforada oliendo a moho y cariño fracasado a la lenta parodia cultural de adultos a partir de la cual adicción y peso vuelve de los árboles, de más allá de la ventana en un siesnoés, más o menos ocho meses más tarde o repetido pamplina, dou dou de dos en dos, natis mañaneras, dos mamaderas, escritorio, documents and settings, administrador de archivos y bombachas, sazón petequías, cámaras, víctimas, lutos, asistentes en masa polare y el apellido Hilarie.
Tres notas complementarias, comentarios del café que nos cierne flores, cadáveres, mortajas, ramos, discos, dentaduras postizas, sopas, papos, soploncios varios, consecuencias, circunstancias ajenas, cronopios, relatos, pan dulce y dorita mientras para una lustrada liturgia, algunos bajo nivel, a lo insólito término de heces y vísperas tales terceras ya hartas da al quai en palabras y arcas sueltas aracosas de manera poretáte el ovillo y los zapatos de marca y zapallos, entrevistas, revistas bifurcadas de pronto con una pregunta inesperada, berretas, figuras cuyos nombres repetís en algo aceptando despertar en coma y proce carcomida, gihangakoauauota; momentos, más cultura, segundos batidos, vasos de semen y cacao tasse preferentemente tíbio, satinado, piel albaricoque, íntimo, voyeur felizmente casado a la sazón barral, a la hora X del día Y, de las coordenadas babilónicas, guarras, entre dos olvidos y cesare la horrenda náusea del falso peso social del culo de un tal Lucas o Matías o Elías o Petequías o Julio-Ambrosio donde alguien que lo esperaba con fiebre y patas de gallo y juanetes en los dedos de la mano en el momento de buci para pedir no more tequila y réplicas usando renunciamiento parcial varitado y capas y más capas de fluido y recuerdos en una repetida convulsión de espasmos, lúgubres palitos revoltosos de bye cospield, salenas, fama, fama, besos, tetas, conchas, formas de mujer, y lo de guidabayón en cambio muy discutible en asperezas y retoños nocivos, contagiosos, exactamente lo contrario para llegar a provocar la piscina o la playa o la cascada de leche muy perforada oliendo a moho y cariño fracasado a la lenta parodia cultural de adultos a partir de la cual adicción y peso vuelve de los árboles, de más allá de la ventana en un siesnoés, más o menos ocho meses más tarde o repetido pamplina, dou dou de dos en dos, natis mañaneras, dos mamaderas, escritorio, documents and settings, administrador de archivos y bombachas, sazón petequías, cámaras, víctimas, lutos, asistentes en masa polare y el apellido Hilarie.
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