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Ergástula

Parecen presencias, minsburg, estímulos, rúbricas ubicadas en otras televés agazapadas a la vuelta del búnker mansión de alertas entre tirar y saborear el dijo, todo aquello sobre la película de animación como para darle al sundae o de la bellamente clásica y fina, criolla, tratada del basta como pasada frescura impía sin apenas las sensaciones de oler la maravilla que sopla la imprescindible práctica objetiva que emprende un cambio de horror, un juicio de transparencia sin olvido para mascullar los añares del chicai como émbole y diversas, de acá, del temord escomunal hacia el encuentro con el sá, infinito, con contacto nocturno y polución al inrevés, con grados de polifonías e inconfesables poliédros que perduran entre los dos posibles talones nativos que varían de abundancias con crónicas de entonaciones y mútiles de disminuidos almargos grises, insustentables por los tantos abandónicos, especialmente el frenético timbre de gas y plurales cronopios reflejados en el espejo de la épsilon de las patadas acomodadas a las preguntas de dibujar el brusco comprendedor, o el tibio cíclope en silencio debajo del moribundo tul que sigue como resulta de absorver el latido descubierto por el bello ensayo que permite el desde en el extranjero de apresurar otra ergástula de náuseas y creación migrada, o pariendo para repudiar los plenos a cancelar las monetarias velocidades a marcha lenta, al desperdicio del horario que se incumple a la hora ñoña de sirenas y hadas, y shaadíes que tejen la canción de héroes apagados de recuerdos y adoptivos maestros como napolitanos, pero sin la mafia de por medio del élite encadenado a perseguir la tangente leyendo informes con la nuestra juerga disfrazada de otro borrón del lázaro emperador que forma la sinergia sin excepciones de volver a toser con la letra en la memoria del reservado absoluto e inmoral secrificado, presente, que cita el control para centrar la misma mirada en las voces positivas que conducen a la adulta distinción del otro balaceado que evoluciona hacia los acústicos abstractos ruidos vaginales que renuncian a denunciar los perennes mútuos contrapuntos y envolventes libros amateurs de la ciega y obstinada operación nombrada de vértigo y viento y climas cantando un cacho del clímax salteño de ecos en la salsa del quise decir aquello.

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