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Velutnve

Velouté, palpitando dibujada con la básica afición del desorden por la convivencia de argumentos y napoleones haciendo pública la hormona de hordas atropelladas por el mútuo fuego del pasado, por una parte infiel, fácil entre géneros y ramadán en máxima vitalidad de tender las neurologías o ciencias gastadas a medida de la creencia del acento loco, crítico, en el campo de la edad que anticipa la destacada disfunción de los neurotransmisores en tanto a otra azucena esquiva del misterio y cluedos cueros, o cuerpos, o salsas dulces de rubias sin aire de otro cielo de filo por dos escaparates en el escapismo del desastre blanco del loureir de sitcom y memorias de diseño como para aterrizar en el premercado a la japonesa en el sentido de suponer o tender el cansancio de la sinceridad como serena y sin el comité del disparo que duerme en los números de la vigía de talar más arte de uly meyer, o mever mitchel, o el agua de los estudios chandler de otras vidas aseguradas al buda de pies ciegos y castañas y señoritas guardadas para secarlas al son del músico vacío de terciopelos y veloutés de chocolate, de yedras y pianolas de explicación de condiciones de arcangel, del conmovedor kiaróstami infeliz que lastima el relato inocuo de la mugre en locuras y pedos y cicutas para decidir el final, o más bien el dibujo de la sonrisa de los antidepresivos que te hablas del mono para consumir más y más caras del seo hablando de campeonar con la naranja, con otro encuentro inerte con las traducciones que mimetizan el entendimiento, las farmacias ásperas, lastimosas, atoradas al ñoño desde cada heterotopía, y la ambigüedad del choto de mentira en la pasible reinserción en los mercados de fabiolas y tintas pavolvianas de irresistibles prontuarios del viejo refinamiento lavado para confesar el edificante alivio de despreocupación para el imán de otros dialectos que rozan la imposibilidad del lavado agudo que facilita la fragilidad de la diseminación o inquietud que envidia la alimentacuón de lujo, o las tardanzas exactas de codícia debido a chispas para potenciar el conglomerado del dúo que ejerce autoconciencia sobre cimiento de fetiches y fachos.

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