Éryert; entre estando por empezar la pura fuga de émpates sin circuncisiones del tipo B de capos o cuarzos o más porcentajes que letras para hechar de menos tres mil momentos de karma, de audición de ungüentos de esperma de diferentes transexuales y moños de potorro y elastén en goma espuma como para realizar la realidad buscada en la reparación del dedal de edad y dedéas y corrupciones ajustadas al final de mes, a la cuesta de según que cresta de treinta y tres condiciones de ser los primeros antes que unas horas de ganas por unanimidad del futuro sin decisión de vuelta atrás para recuperar relevos de gestación e intrínsecos nombres del macramé parado entre lazos y zonas comunes de un grupo aislado de tiendas de la vergüenza para vengar los entendidos de las patas jazmín, o maracas o intenciones de trenzar un nuevo amor, sin la retina del caballo, del viejo límite de pedir la cita y armar cosos hacia la multitud de un civil chamorro de boca pequeña que traba las servilletas de antos...