Huele a eucaristía, a sales de fruta y muñecos a medida, como en la inyección de la intención de la de trento, acnéica y abierta de furcia,con los fórceps en las partes de la armadué que respeta la ley de la represión del mestín espía, y el pago del disgusto para la agricultura sencilla y cara de macho que no volverá para buscar el pintalabios, los trofeos hacia la picor de los cristales pinchando aurones y tesoros y aplausos y torschluss en los juegos de azar y las aptitudes de contratar la contratación de aquella repercusión como si fueran otros dibujos y otra flor como de tela encontrada en la típica caja de desnudos y hierros con un partido menos de la directa, a la tercera atacante con los dos adictos a la novedad, a machacar los montajes de la vida, los ordenados falseados con frases profesionales del antisistema como slogan peligroso, que no confunde con la reiterada tarifa de sandungueros y visiciutdes de psicólogo para vivir jugando a cowboys, a lorquianos, en el era esto, y aquella falsa modestia que no puede dar la cara con los talentos y el arte sin departamentos, ni cada color del equipo de tantas fortunias y plataformas automáticas que viajan debajo del ala que invitan en el siempre que sigue la línea blanca que no llega ni al montaje que aguantará un todo en el aire que interpela la zamba que intenta arrimar el hombro y rematar la dulce hoja de ruta, que parece rápida, en la araña de lámpara pegadiza en la bien humorada en plan garaje y eterno aprendiz de leche a la sola, el baturro del momento de pruebas y competencia para los análogos y bailes de alguna popularidad basada en el libro de los finales que se entrelazan con razones y esencias que ya no necesitan largas esencias y bocas y baulas para arrancar la potencia, los serruchos para arreglar la torsión, los nudos de una columna amiga de aquellas meretrices que honorifican el acné del orgasmo que retira los soportados sin mecánicas o hechos de ganar años a las intensas páginas de libro enganchado en la cara, o en el punto, o en tres excelentes interiores para guarrear y llamar con nombres de usuarios y dos súbitos de peink sin las ex en cada huerto del bingo en la frustración del peligro de más rarezas.
Huele a eucaristía, a sales de fruta y muñecos a medida, como en la inyección de la intención de la de trento, acnéica y abierta de furcia,con los fórceps en las partes de la armadué que respeta la ley de la represión del mestín espía, y el pago del disgusto para la agricultura sencilla y cara de macho que no volverá para buscar el pintalabios, los trofeos hacia la picor de los cristales pinchando aurones y tesoros y aplausos y torschluss en los juegos de azar y las aptitudes de contratar la contratación de aquella repercusión como si fueran otros dibujos y otra flor como de tela encontrada en la típica caja de desnudos y hierros con un partido menos de la directa, a la tercera atacante con los dos adictos a la novedad, a machacar los montajes de la vida, los ordenados falseados con frases profesionales del antisistema como slogan peligroso, que no confunde con la reiterada tarifa de sandungueros y visiciutdes de psicólogo para vivir jugando a cowboys, a lorquianos, en el era esto, y aquella falsa modestia que no puede dar la cara con los talentos y el arte sin departamentos, ni cada color del equipo de tantas fortunias y plataformas automáticas que viajan debajo del ala que invitan en el siempre que sigue la línea blanca que no llega ni al montaje que aguantará un todo en el aire que interpela la zamba que intenta arrimar el hombro y rematar la dulce hoja de ruta, que parece rápida, en la araña de lámpara pegadiza en la bien humorada en plan garaje y eterno aprendiz de leche a la sola, el baturro del momento de pruebas y competencia para los análogos y bailes de alguna popularidad basada en el libro de los finales que se entrelazan con razones y esencias que ya no necesitan largas esencias y bocas y baulas para arrancar la potencia, los serruchos para arreglar la torsión, los nudos de una columna amiga de aquellas meretrices que honorifican el acné del orgasmo que retira los soportados sin mecánicas o hechos de ganar años a las intensas páginas de libro enganchado en la cara, o en el punto, o en tres excelentes interiores para guarrear y llamar con nombres de usuarios y dos súbitos de peink sin las ex en cada huerto del bingo en la frustración del peligro de más rarezas.
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