Un poquito más acá; nos hemos pasado entre esta y el corte aún donde acaba la cinta azul versus presente que circula, se adapta, rompe la unidad, la troupe por paquetes digitales de transmisión de frailes o fuentes coloniales latinoamericanas versus otras remotas vecinas con base de lo señalado aquí, demasiado alto, y datos que no se entienden ni se sabe por donde exhiben mensajes acerca de la nada absurda y el olvido inexcusable al no citar también moscones de primaveras y los técnicos antes de dividir roles y jueguecitos eróticos de la tienda en casa agachándose para mamar el pómulo y bailar con el pene-vibratore de trece de alto y píxeles por todas partes altas y bajas y máquinas de contar ejemplos y dependes simultáneos de gerencias y responsabilidades de cada cet activado; pero ahora aprieta, no sale el olor de la máquina de hacer churros y chorradas y veintiochos que pasan sin quedarse y repiten una y otra vez los mismos paseos y ruiditos de los moscones y tábacos patas arriba, las tres, esperando la cópula que no tiene ningún sentido para hoy y la falta para completar el ausentismo demacrado. Ya son las dos menos varios segundos de ventaja y no hay nada bonito, sólo tragedias y pequeñas heridas imaginarias, que se remontan al 198 piso dos escalera treinta y dos números más ausentes, nóminas presentes y más píxeles por pulgada regulares y cinco, y seis, y siete, y nada para apoyar.
Un poquito más acá; nos hemos pasado entre esta y el corte aún donde acaba la cinta azul versus presente que circula, se adapta, rompe la unidad, la troupe por paquetes digitales de transmisión de frailes o fuentes coloniales latinoamericanas versus otras remotas vecinas con base de lo señalado aquí, demasiado alto, y datos que no se entienden ni se sabe por donde exhiben mensajes acerca de la nada absurda y el olvido inexcusable al no citar también moscones de primaveras y los técnicos antes de dividir roles y jueguecitos eróticos de la tienda en casa agachándose para mamar el pómulo y bailar con el pene-vibratore de trece de alto y píxeles por todas partes altas y bajas y máquinas de contar ejemplos y dependes simultáneos de gerencias y responsabilidades de cada cet activado; pero ahora aprieta, no sale el olor de la máquina de hacer churros y chorradas y veintiochos que pasan sin quedarse y repiten una y otra vez los mismos paseos y ruiditos de los moscones y tábacos patas arriba, las tres, esperando la cópula que no tiene ningún sentido para hoy y la falta para completar el ausentismo demacrado. Ya son las dos menos varios segundos de ventaja y no hay nada bonito, sólo tragedias y pequeñas heridas imaginarias, que se remontan al 198 piso dos escalera treinta y dos números más ausentes, nóminas presentes y más píxeles por pulgada regulares y cinco, y seis, y siete, y nada para apoyar.
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