
Nueva, ma non troppo, y que quizás de ninguna otra del no iniciado en materialismo, partidos políticos, grageas de mentol, iglesias, asociaciones, clubs negris, pequeños advenedizos, genes, margaritas, orquídeas, términos anglosajones a pesar del peso de la caducidad del tú a tú, anagramas, infinitos, ananas, firmas, no ha terminado que no se tome en serio la toma de posesión, la protesta, el testimonio, el profeta a la parodia irónica que impone la narrativa cromática, turbulenta, individual, perpétuo casi al contrario siempre para ir al paraíso con obras de arte manchadas de sangre chéstersson y chetos margis del breve manjar y su documento de causas básicas, teleoperadoras porque el original se entrega discutido sin clientes logrados aquí y allí, raros comerciales apodados gerentes o como le quieran decir los telespectadores que siguen esto transnacional; salvo la cifra de tetas y telespectadores en tiempos de penumbra sin referencia del puro morbo de la malla negra de la imaginación casi nunca cancelada por el olvido del propio sincero que no cree en temperamentos ni en vistas al mar dorado de Nueva Orleans bífidus directus al seno boliche de la teleoperadora ambulante, a chocar a babor contra el definir hablado de que viene de la página dos con enigmas y pianos y felisbertos garcías, ex-diplomáticos del momento en uruguay y la capital de los paisajes y mantecoles transexuales, trufados, antes al mercado para desarrollar operarios y mercancías, subidas de sueldo al instante, tres intentos del fallido telefilm para el telespect, la casa, la calle, la cocina, el juego del ahorcado que mira el paseo metropólitan y besa su teta cífix con otras y a la vez se desplaza a la cocina y de allí al comedor-dormitorio que distorsiona otra teleoperadora y le besa la segunda teta a la vez que busca la fijación dental para el próximo orgasmo y la protesta en el montaje del paso de los telespectadores al photoshop, del photoshop al plató, del plató a media pro, de media pro al embalaje de los CD DVD, de los CD DVD a la maine detrás de la máscara turca.
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