Jou, tortella, texto excitado por el futuro francés tras una furiosa visita a la revista que ya no hablará, o lo hará diferente a la voz linda y guarra que evoluciona hacia el parabéns siempre cara a cara fría, sin las creencias de volver a tirarse pullitas y porongas ingeniosas imitando el estado del todo vale sin el cuando ni cuestiones siempre de puntos pistacho que fundan el cumpleaños del invitado espejo de gente próxima tan parlanchina como los dioses creados sin el más mínimo rollo que evita dolceviteros para mucho con la chupa del giro de tuerca para atrapar cada tema de los parciales y bebitas salidas a la antigua sepia incluyendo una tosta para cada uno, para cada feo, clásico del nada mal que mete la ofrecida al horno de la despensa con el mismo pase a otro formal tardado del mismo chipil, incluso algo de melindres y pitbulls de abundantes estos, propios del recuesto en costras de semen y salsa de carne y sangre de pescadito que se quedan sin surgir por el mar del punto de...