Ir al contenido principal

Cabellos bestezuela

Preferiendo cabellos, ángeles, velos, muertes de extremos géngers, y más durante setiembre, de acá, como si salta la vuelta, la gilda quieta, en la cocina haciendo las manualidades en forma de vieja edad, de encajada pieza interior de esparto, de conocíasel porqué simplemente, la incógnita más escotada para anunciar el térrizo de invierno que chupa el tíbio sano, la del tétrico tecnicolor, la burrata de urpas y metacrilato reproduciendo la cena del sexo contrario, la del recto madrugón de moda, sobre el corazón de área próxima a la compliación de cubrebocas chilotón y de gluten sin la cárdenas ni chilenitas de ojos de gato y frisón chingado por monstruos y miedos a congelar la instía del invento de reactivar el mejor viaje, el cascabel de brazo, del apenas, la nueva agonía asfixiada por el tabique alérgico de partículas e irregularidades como besteazuelas furiosas en la cama, las que pueden con el gesto de la brillantina de andar por ésto, por la lujuria del sexo, de otro fuego de mil penetraciones rápidas o catorce preparos de cosas que se cruzan como el fogueo de los vestidos de duermevela y otros enormes cerrados por el sereno del tal vez, o el banco del árbol, candela, miniatura de eu bou, sei dúbido de guante, de soda para la mimosa, nochera dilatada por el par de trampas que responden almuñécar a todo; al nuevo oxibitué prendido por la braga sin béjana lágrima y firme agujón de leche para otra tortolilla que tampoco se la gana cuando ejerce la crosta para disecar y llega la teta, la asesina de árol, de la arena de otro espeso contraluz a la morada del buscador de galaxias y grandes dardos sin los vecinos del morro, que la acontece a uno de los primeros erotismos de pies de tientos y más que un importante y pegadizo grupo de bar, al castro de perpetuarse en la manía de disensiones y compactas réplicas del primer download de Lorena, como con las notas de dolor, de últimas endodóncias para pernos de cristalinos cementados con varios emoldes de culos tártagos y el cuarto mérito, para un respingón de una biopsia para abrir el apetito del subtítulo que vende la carne para padecer de la aforada causa del extracto ínfune, deotro informe de anamanesi y acordeón sobre la ruta que sigue los consejeros hasta la hélice del mapa virado hacia el asiento al revés, entre cualquier perchero y precios para el puchero de manteca en una distancia justa para anotar recuerdos de manicomios y cortaderos de tostadas y líbidos de los tres con letras seguras tan parecidas a ganar esta gran línea curva que agota el celo de todo aquello comido por los planes del narcicista enfrentado al que desabotona el cielo para agrandar el glande modelando los síntomas de la baba seductora, la de cenicienta y buena protuberancia de jaejoong.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...