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Durzurz

Hjala, la paradojal, la hora del dulce lanzado a contracorriente  que apenas ingiere el apetito que pernocta al trafalgar que realmente suspira el zuzur de dú, la hoja de ganas y las gominolas sobre ciencia ficción y requerimientos que despolitizan la exclusión de los estudios dominantes hasta la oficina de preguntas y sillones de váliums y transformación del beso de despedida en risas y blusas cálidas alcanzando un nos vemos de la nostalgia plusánimes, y los intentos de regresar y las palestras alcohólicas de vivir otro regreso al intento de madre que observa criaturas de selva y letárgicas del café, o los granos de pelea en encogidos aspavientos de boqueras del antepecho e incipientes bucéfalos después de rebozar el rifle y harinando la placa de altura con un informe dejando salir la sobreprotección del peliado, igual con la lendita, virtuela con aquellas muestras difíciles de definir solo por inermes discordancias con sueños de renta, y los renteros como cunto, limpiando la amargura por advertir, o por salir de la caverna al lado de orleans; grillos y televisiones sin nada que ver con la palma de leche perra que no condiciona con cada amplitud de los relieves echando la cultura del retail, o de la clausurante inubicalusta de atrad, preciso en el habla de ólumes sombras pasando piaola por cada tiempo que fija la inteligencia e hilveras para retomar el final del miedo real que ofrece otro caza lazos para flaquear en pequeños empujones hacia no sé donde, y si llevará el da igual, el como suene de varios diámetros como multitud de roces que estrenan otro menos mía, otra aspiración a una tortura todavía más bestia, con la soledad por levantar con el resto de calidez en el desdibujo atorado en la pena, consecuencia que evita memorándums, o cuatro de diez escapadas en busca de incluir la perfecta y cansada letra de canción distinta a la indispensable demostración tajante capaz de meter en un cajón los estúpidos amores que se fueron coqueteando en el rinconcito de la mutilación como fichas de mano equivocadas en las páginas de encargos.

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