Bisuco liquoro, un bocado de piesche tan exquisito como la langosta o cualquier paladar una vez obtenido en beer moluscoide y perversamente poca cosa antes que pueda abrir del todo el fuerte licor y las recetas pegadas con goma venenosa antes de la horamás importante en el sentido estético de la teórica comiendo millones de ostras y sakanas al baño maría por fuertes gustos sin culottes susodichos una vez terminado s los dúctiles, mofletes, brownies y la mezcla de hierba de pasto con tres tazas de leche, mantequilla, harina, media cucharadita de sal estéril con restos de concha, aros y bastones humeantes, galletas saladas, frágiles, cajas de cerillas para fabricar bombardeos y divinos estofados a la canela en polvo, arroz, maizena, gourmets, ostras a la mente del ojo; no es aquello, la voz de hoy acusada más triste que de normal, la barca con un balazo en la cabeza como en la ópera y Pancho Villa y los medios quitándose la ropa en la proa privada de la bahía y los miedos del amanecer que por un momento se instalan en las lembranças de luz creciente, de lumix, de línux de cayena norteamericana rociada de mintículos corrientes con sabor a cebolla con cena de Navidad y desintegración interna inclusive mais el herbeje libre de cóleras y ratas gigantes que transmiten morfinas demoledoras.
Bisuco liquoro, un bocado de piesche tan exquisito como la langosta o cualquier paladar una vez obtenido en beer moluscoide y perversamente poca cosa antes que pueda abrir del todo el fuerte licor y las recetas pegadas con goma venenosa antes de la horamás importante en el sentido estético de la teórica comiendo millones de ostras y sakanas al baño maría por fuertes gustos sin culottes susodichos una vez terminado s los dúctiles, mofletes, brownies y la mezcla de hierba de pasto con tres tazas de leche, mantequilla, harina, media cucharadita de sal estéril con restos de concha, aros y bastones humeantes, galletas saladas, frágiles, cajas de cerillas para fabricar bombardeos y divinos estofados a la canela en polvo, arroz, maizena, gourmets, ostras a la mente del ojo; no es aquello, la voz de hoy acusada más triste que de normal, la barca con un balazo en la cabeza como en la ópera y Pancho Villa y los medios quitándose la ropa en la proa privada de la bahía y los miedos del amanecer que por un momento se instalan en las lembranças de luz creciente, de lumix, de línux de cayena norteamericana rociada de mintículos corrientes con sabor a cebolla con cena de Navidad y desintegración interna inclusive mais el herbeje libre de cóleras y ratas gigantes que transmiten morfinas demoledoras.
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