Ir al contenido principal

Ajilimogili

Ajilimó, el sesén de la mirada de las cuatro aromas del huir, confuso, conmilitones y luego moratos y pancartas de carrerilla en cuesta y o de tal miss, retratoide robot del lugar, y una de negro con fotos nocturnas de poluciones y tendales barrantes criollas y semidesconocidos difusos similares al precio de la desconfianza cómplice de la mínima distancia de la futura velada aún no decidida a cambiar el guión del guiño para la fatal disconciencia de la edad de la columna a medio tiovivo con la corriente arrastrando el destino hacia otros peses de caídas subiendo, aún desenfocadas por la gravedad de la vacante que dejará la canción salpicada por la farse yendo y viniendo para activar el sarpullido subido al billón de colocones por estupefaentes y rayos de ajos sin romboides ni trapecios a escala de la fusta del escorta detrás de la ele de la falta varada en la interpretativa de la corriente del bar que sufulga un single de esperántums y follias para tragar y hacer croquetas de hipo y el furúnculo del arrullo de las veces del caer sin entender algo mejor entrelazados por el efecto del simple pasar el tiempo y las nupcias que cambian un día de copenhage y fotazas para cuartar la intimidad del corazón sin tantos papeles de desgracia tirando hacia el olvido de una parte del trauma tonto y los posos sosos y dípticas y métricas cansadas de mecer la apalabrada neurona villana de lo estético y anónimo que se rinde al desarrollado comiendo el final que especula la fotocopia de transfiguraciones que se funden en el fondo del pedo vacío de la extrañeza erótica con la viñeta de las propias que embarca la mitad de la fácil lástima y necia sintética central de verbijas y jenjibres persiguiendo el índice de eidéticas y peceras de posterior movimiento cortando la palapa de la consciencia de la amálgama en los testículos del tiempo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...