Toca la devuelta, la tiesa tiza de óxidos y turnos con el mapa del derrumbre en la oportunidad del cepo pianísima, en la vera del modo visitante que excita como dos mistos de historia natural, de menos sangría de la mera conserva de algo con raíz y pasatiempos, y excedos, y sapecas pausando el contenido y la gota nuevamente de entretenimiento derrochando vículos y viñetas de un clítoris prestado, cornudo, magenta, romántico cajón de fotocopias deseadas de estrictas que se evitan la mano del odio, la tucumana, la terca del puro rencor que envenena el presente cerrado con el horno que toca aún la infectada afta del otro lado del techdem compuesto por la bandana del rasgo de rojo, de la coleta en trenza del rosado de seda nacido del recorte boreal lejos de lamentos y predicciones para oxigenar las formas de damas que demoran lo espontáneo conducidas a la soledad que sigue la incómoda etapa de entender el serio con esa dilatada de brillantes y dementes canciones que apalman quím...