Ir al contenido principal

Kriegspiel

Volcé, secuestros que miran las mitades de algo que no cumple ni pasa por el chamuyero para no parar de extrañar las palabras de amor y los gestos de sexo y fornicaciones encerados con el moobing del paro, del copete acompañado de la vuelta de esta larga amistad difícil de masturbar con los segundos de anteayer, o de dos meses, o del recuerdo siempre abierto por los centímetros de rotación inmóvil del anteayer que ya no es hoy ni será el simple movimiento del hospital con alejandras y estrés de la desaparecida falsa y entrecomillada amante extra, o toda contada a través del espaciado demasiado despreciado como el cronológico peluco de beyound que aparece dormido después de la más larga damnificación que fuma ramitas de alelí con un poco de harinilla blanda en la punta del cáñamo de mantenimiento que directamente le saca el sonido al mismo reaccionar con la recontar encima del físico, del pene de lobo haciendo forma de cebadísima pistola de agua y vidrio hipnotizado en el pasado y como atrapado en los amargos rincones del ahora, o el dorado sí a la cabeza que no repite con el chabón rebelde como otro ciclo de reenamorados proyectos a la sorda canilla como famílias en off, negras, divorciadas hacia otra ceremonia generalizada de la realidad exterior, la que abre los jugadores del similar medio que agarra la marcha hacia el inicio del kregs como anaranjados cojines de luque rojo, urbano, o el simple precepto de ositos usados para chupar billeteras de hotel en escenas petisas de velocidad plus o como máximo un lujo, una pauta de cómo expresar la igualdad en las anécdotas del intento de partuzas, o las cuatro cosas partidarias de cabida a la propuesta de rehacer los fondos como amarillo de mayo para historietas y revuelcos que suenan a adolescente propiedad de cada flora pinecea como pincel pixelado para acomplejar dos productos en tres, de marca mosca en canción de exprimir frías hipérboles hacia las imaginaciones de playa que derrama terreno extra o cuerpos de lija, de extrañas calaveras de comida y mancebas de encima dos artotecas de alquiler como parte de concentraciones en el sureste de otra atención nula.    

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...