Ir al contenido principal

Equivalencias y chelas

Biride, vaciada vagancia que se empoma en la trampa del descuido en cualquier relación aplicada a la compatible chela de animal, o cualquier chicle de otra nauzorla o sala de empresas en la selección de salir a preguntar por las salinas que patean todos los comienzos cotidianos de la migraña de correr para volver a lavar la leyenda y parar la depresión con horas de diazepan y ruma negra en el arrabal amarrado a la canción de la famosa excepción equivocada en algo de ruido y prudencias y entretenidas jurisdicciones puristas para el derecho de la excepción, o el miedo, o las crostas de la última muerte, cortada por la secretaria y los eróticos movimientos de cadera y chola y más algoritmos durmiendo con las mil amantes del turno de tarde sin las escuelas del cómo quedar bien desde el mirador que lee la ordinaria de la parte de las tetas y el logaritmo de estrechos de danza saludando a cada difamación de suerte y perfección de circo para vender en la moda y arqueología en pasarelas en plena lucha sometidas a la soledad sin el último remedio a operar con el fierro en las reverberaciones de issey miyake que transportan al filosofar, a los altares de aquel preciso verano sin presión ni los cuatro evangelios del agua del recuerdo, o las olas sin patas ni pasta ni malvados episodios sobre manos de sangre, o de leche, pese a la mancha de capacidad de los esquemas transparentes a buena parte de los hijos bastardos o directos de la palmería forzada para la lota de tornos despatarrados para montar silbidos de fans, o sin embargo el más sutil caos literal de velocidad  y cumbres raras de feos y pastores como ladrillos barrocos y blancas catedráticas salvo en el sensible autobiográfico continuado por aquellas famílias tal cual brotadas con el cuello brioso y las breves huellas del tiempo sin las noticias de poligamia y ronson en la caja de amenazas para responder y mandarle diez o quince juegos esmirriados y otro tanto derrotado de lejos tratado por el disruptivo.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...