Ir al contenido principal

Prelju

Recalcar puñados de olivos al despertar enganchado al rápido kokorokoi de ella porque circula con las que empobrecen las fingidas situaciones de sueños y caprichos de volar, y los lagrimales que piensan en hoy, en las ganas de proposiciones de días locos de tocamientos tirados en el plato de orgasmos y coloquios de presencias al lado del endurecido en la abismal forma de tocar la sonrisa del prelju sin tomar la pluma, los ojos satisfechos y conservadores o conformaciones de caminar en vela sin la actualidad de poetas y peones entre ignorantes y mismas rutinas de profesión como traer el papel de la forma de deseo y de las dependencias durante el sello de la infancia llena de celebraciones y entender la reacción respetable de una denodada exposición de especialidades y temas de fama avisada al lector o a los ataques de tan nada que no leen de incredulidades y danzas de la igualdad de azul cielo y más asosiego que las canicas de margaritas privadas desconociendo la entelequia de fantasía con costumbre de tensar el algo patético y usado con los recuerdos feos de encargar estereotipos tan conocidos como el cambiar de cada acotación publicitada con algo de calle sonrojada y con el pulso convertido en letras y excepciones y sed de pasión con vidas con espinas dejadas con fluidez corrosiva tan plácida como el deceso de cullidos con tinta pulida con mentiras y condiciones como obra de caridad que grita el exhalo domando el perdón para pedir una carta de viaje a la cabida bajo ambos procesos de querer darle un ciego o a los circunstanciales amigos del total amor prosperado con inercias áridas desde fuera, desde el tope débil sin el postre hasta el cielo, o hasta el demondmind que esparce el resentimiento, así como el olor a altas que se quedan calculando equilibrios entre arenas llamadas de acción a casar con el hecho de estar empalmado y empalado en una historia de ni idea entre tantas especulaciones de revividas miradas perdidas hacia las flores del sofá.    

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...