Ir al contenido principal

Axter

Caos, donde recién entiende la vulnerabilidad fortalecida para la motivación de crear crisálidas grises e instantes de pausa para completar el cargo desconocido que comienza a anestesiar los viajes de voz líquida y delirios besando la honesta imparcial de los sutiles cansancios de luz y un modelaje brillante sin la ofrenda de la conciencia del despacio sin las arrugas de las cobradas multitudes que categorizan los vinilos y las películas del peñarol o en las del informático cisé, o la cía, o el ócurro del bar de letras volando dentro del perfecto endemoniado de toda repetición del lúgubre, o en la locura de la misma violeta que abruma la sanción sanada con el raro surrealismo de alejar la expresión de equívocos sobre el hoy primero que ataca la secreta y milagrosa comunidad de estampas abrigadas con la adicción de soplar al solnaciente sin ningún anhelo de renacer en temas de respuestas e inteligencias y ansiedades y hasta algo que pueda que ni exista con el peto en la oscuridad, o las siestas de tierra y cosechas de momento sin frutos ni carencias de consciencia paradas con el mismo visado infantil que aquellos monstruos ahogando el filo, los procesos de cuatro ajenas a la hipotermia huyendo de la blavatsky como libro de cabecera urbana, de cuero de tablas y alcornoques que desvanecen el frenesí que amamanta el parto de los que convierten en orquesta los olvidos y jazmines de mármol que no se agendan con la predicción del obús que hoy duele más que en el antaño cretino que pierde en el partito de la salle generacional dicha como la desaparecida en el déficit de milos pechos de eva, o blanca, o chicha de los cien pasos de andrea que antes aparecía en el mostrador con la árabe cantando la querienda de ligoteos, y del imaginar la calca del blues de cualquier indiferencia de babosas marcando la marcha del compás que baten los minutos como la silueta ante suspiros y picos, pecados de lana y manzana ferviente oída para agradar con un caliente aislante de humo y nubla inexacta.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...