Ir al contenido principal

Sphóbel

Pacatos, desde el espacio trastocado, o en el sedentario crestor de terapias frías similares a las síntesis de secreción real desaprochada con estos ratos comiéndose vocales y ganadores de evolución más allá del silencio impertinetnte del coqueteo por menos de encontrar la observación en parte de la adicción de un miedo a cargo del éxito para resolver la voluntad dañina del destino que no pide memoria de protección de los datos, ni de las cansaladas de besos de interrogantes finitos que erran sábanas, o sin ellas, o para las rutas exactas con manifiesto del camino gravitatorio del canto del empujoncito para llegar a la ciénaga de variantes hipnóticas y heroicas, repetidas por los repartes d eetapa que siembran las ganas pasajeras de etcéteras e imaginación en las aprensiones de voluntad, y tiempo que desalojar sin el guiño de los amedrantos de cada partida distraída, a sabiendas del antecesor ancestral que se guía por suertes dejadas, distorsionadas y malvistas por la pregunta intolerable del silencio orejón, pendiente de la deformidad del viral desconocido, sin la concurrencia de intentar un precepto concurrente y perfecto, y dado al dormir, siempre por parte del artefacto del orgasmo tan cerca del instinto del no que cuestiona la oportunidad que amontona los años del nefasto escepticismo sentido desde la incapacidad de gustar o de atraer picaportes a la flor de la sensibilización y los pocos de todo prestados, por descubrir en el campo del clavo y el sphóbel y la plaza de la grotesca y tanteada sin prestadas autenticidades que no varían en la vinculación de cada placer sin peligros ni equináceas o parte de la eternidad en cadena que no deja ir el momento de consultar la enseñanza de la coordinación del movimiento espaciado por las mil caras del porte equino, como otro nudo de caídas de acción y de pizcas, mantenidas o inventadas por lo fácil de los momentos de niñez intensos, desparramados por los límites del don de cada neurona que circula por la coincidencia, por cada costado del margen que vive incorporando las últimas cartas del sabor a galleta y canela y labrador con la indescifrable aguja en aquella música de pajaritas en la mente de la torpeza mediana, hasta impertinente y confusa con el sitio extraterrestre.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...