Entretanto a menor, menos cuerda de plástico amarillo doblada en brazo, pero también un pequeño recibidor amoblado con mármoles y cipreses de hechos y casualidades, a unos dos palmos de ella y de los mitos abstractos, que se introducen en los ligueros y se aposentan a escondidas, y publican objetos de lujo, antes y después del encuentro deseado con distintos ensayos, sinó para conseguir volver a escuchar la excentricidad absoluta, que sigue relacionada en su interior con cualquier libro normal, de mayo, que presenta la novena palabra de cualquier fotoblog y abre las puertas a otras, y a cualquier delirio, y al destino que ahora juega a ser bueno, pero sigue estando en el mercado y no se centra, no se acostumbra a estar con Rudolf de momento, a veces se lo rifa y no encuentra el soutien rojo púrpura en su hábitat moral.
Entretanto a menor, menos cuerda de plástico amarillo doblada en brazo, pero también un pequeño recibidor amoblado con mármoles y cipreses de hechos y casualidades, a unos dos palmos de ella y de los mitos abstractos, que se introducen en los ligueros y se aposentan a escondidas, y publican objetos de lujo, antes y después del encuentro deseado con distintos ensayos, sinó para conseguir volver a escuchar la excentricidad absoluta, que sigue relacionada en su interior con cualquier libro normal, de mayo, que presenta la novena palabra de cualquier fotoblog y abre las puertas a otras, y a cualquier delirio, y al destino que ahora juega a ser bueno, pero sigue estando en el mercado y no se centra, no se acostumbra a estar con Rudolf de momento, a veces se lo rifa y no encuentra el soutien rojo púrpura en su hábitat moral.
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