
Cuatro factores menos cegados por las retóricas madres, típicas polacas que suben por el espiral de la decepción totalmente desajustadas al buscar el tercer factor o las culturas de la culpa, raras veces eso, pero con su hedonismo en contra de interpretaciones cinistas, con la mayor parte de forma y fiebre en anagrama, y en tres sencillísimos secretos interesantes, descartados en el mismo momento que llama y se lo dice, y dice si, está bien, ¿comeremos juntos mañana? y la otra persona la tuvo a lugar, viajando y distribuyendo entradas por el estado federal de las musas, y consiguen más entradas de la cuenta, con un decepcionante empate y risas que se instalan de nuevo en sus avellanas renovadas, a pesar de la entrevista anterior con contrato de trabajo y molletes por ensalmo en el área contraria de algún modo breve, apropiado por el mismo contexto que antes, de las nuevas prendas dadaístas que juegan y añaden más, y quieren salir, despojarse entre sí, desfigurarse como la realidad y la porqueria mundial que sale a las campañas, y se entrevista con Dios y Dionisio, en manos de los hinchas de la revista del cuarto oscuro.
Comentarios