
Oí las diferencias de entretenimiento mi papusinha para poderlas compartir con los extraños besos que me faltan de tu parte platórica y triste; agoniza y no falles al amante que algún día seré yo deseando vivir del cuento en la espera de papusinhas como mariposas bailando en mi cabeza y extrañando los momentos pasados en cada segundo presente del hipopótamo con antifaz para el sol que duerme en mí, en mi cuerpo etérico reposando entre sábanas y mortajas y diazepanes antiguos, enterrados al parecer para siempre, o almenos es lo que piensa el autor de estas cuatro líneas tontas sin que haya ninguna papusa alrededor de las imaginadas anteriormente; oí las cosas y los gritos de desesperación hacia la vida nocturna,hacia la canción que no encuentro y ando buscando contínuamente como a la mina del sueño de anoche al atardecer, al aire libre del atril poseïdo por otra dama papusa y encuentra goodnight saigon pero sigue sin ser lo que quiere ni saber quién es cualquier papusa de hoy.
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