Pretextos y léxicos se intercambian bombas lapa, se rumorean murmullos, perros, vacas, dobladillos, raros kiwis, 24 horas abiertas, funfuños, volar por S.A.S. líneas aéreas escandinavas y el centro al segundo mientras Messi se come al arbitro y Pinocho lo abraza entre la multitud abrumadora de jengibres y pasas celebrando el oro y deleitando a cada aficionado en cada córner, en cada oro gaúcho; en el interior hay tallas y grietas ensangrentadas de yodo y vendas vírgenes imperatore con plumas de pavo abruzzo, también accesible el número dos a la izquierda, estantes de ataúdes y restos de maquillaje septentrional, pero en compensación rústica, varela, via Scina once del barroco de vuelta a varela por el passero hacia los vestuarios, con la rúbrica enganchada al pesto, donde sirven exquisitos antipasti por el teatro de tablones y delirios posterior al atravesar la puerta del despacho del comercial para comunicar decisiones, vistas escénicas, bloques de asientos ocupados por nombres cordeleros, sabrosas pizzas diferentes de las secas colinas de trattorías exquisidas, espectáculos y compras.
Pretextos y léxicos se intercambian bombas lapa, se rumorean murmullos, perros, vacas, dobladillos, raros kiwis, 24 horas abiertas, funfuños, volar por S.A.S. líneas aéreas escandinavas y el centro al segundo mientras Messi se come al arbitro y Pinocho lo abraza entre la multitud abrumadora de jengibres y pasas celebrando el oro y deleitando a cada aficionado en cada córner, en cada oro gaúcho; en el interior hay tallas y grietas ensangrentadas de yodo y vendas vírgenes imperatore con plumas de pavo abruzzo, también accesible el número dos a la izquierda, estantes de ataúdes y restos de maquillaje septentrional, pero en compensación rústica, varela, via Scina once del barroco de vuelta a varela por el passero hacia los vestuarios, con la rúbrica enganchada al pesto, donde sirven exquisitos antipasti por el teatro de tablones y delirios posterior al atravesar la puerta del despacho del comercial para comunicar decisiones, vistas escénicas, bloques de asientos ocupados por nombres cordeleros, sabrosas pizzas diferentes de las secas colinas de trattorías exquisidas, espectáculos y compras.
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