
Sigue, sigue, se come el donut, gira el periódico en busca de la fulana más cara de la parte de atrás; diálogos marxistas aunque no inéditos le sucumben para masturbar el café corto a sorbos y audiencias del macarra que al contrario, hace ver que lee pero busca la fornicación completa, pelirroja con penetración máxima y ardor de genitales sedientos de otra partida de póker, a este respeto animado, y cortas cintas de proyección animal, con arte, y su infancia hecha a pedazos porque ya es adulta y necesita seguir buscando al yo que un dia lo llevó al cuento de hadas primas con cigarrillos en la mano; la mayoría de rostros narrados en segunda persona del pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo a la fila más próxima para un final redondo y propuestas triangulares acontecidas raramente, por el porvenir de la buena.
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