Papilómix neutral, gutural en las partes y partes y partes y autoescuelas y lenguas de dichas sanciones, bonillas pelotudas con piel de naranja y bocho aterciopelado y mezclas de besos, bodas, pudores cuernudos, pedorretas papanicolaou, infectadas de cambios a algo inoquo que no se sabe como controlar en este mismo instante que no viene y se queda con la inspirazione en otro lado rubio, bien dotado de dos pares y cuatro patas sensuelité y medias degradadas medio raras, decoloridas, pero falta jonás y jeuneusss que no sé que quiere decir pero da igual la chorrada del auténtico delirio que de poco se trata, de poco, o de algún virus o herpes sin importancia, o quizás algo sensual que se pega de hablar de sexo, bombachas satinadas y otras preocupaciones angustiosas y solteras del prépuccc, o del carpaccio labial que forma aftas cada vez que se chupa y se erupta la leche vaginal, y el mejillón quiere y aplaude lentamente el final del concierto con fuegos artificiales incluidos e incrustados en el recuerdo de la Bonilla y sus pedorretas con los jefes amantes de andantes, y de caballos sin el virus, sin el HVP en cualquier pija vestida de Lacoste y de más marcas que no se fija nadie más que los ricitos negros de seda, algo de colegiada con la bombacha a conjunto del color con sabor a fresssh y varias manchitas del cachondeo pare.
Papilómix neutral, gutural en las partes y partes y partes y autoescuelas y lenguas de dichas sanciones, bonillas pelotudas con piel de naranja y bocho aterciopelado y mezclas de besos, bodas, pudores cuernudos, pedorretas papanicolaou, infectadas de cambios a algo inoquo que no se sabe como controlar en este mismo instante que no viene y se queda con la inspirazione en otro lado rubio, bien dotado de dos pares y cuatro patas sensuelité y medias degradadas medio raras, decoloridas, pero falta jonás y jeuneusss que no sé que quiere decir pero da igual la chorrada del auténtico delirio que de poco se trata, de poco, o de algún virus o herpes sin importancia, o quizás algo sensual que se pega de hablar de sexo, bombachas satinadas y otras preocupaciones angustiosas y solteras del prépuccc, o del carpaccio labial que forma aftas cada vez que se chupa y se erupta la leche vaginal, y el mejillón quiere y aplaude lentamente el final del concierto con fuegos artificiales incluidos e incrustados en el recuerdo de la Bonilla y sus pedorretas con los jefes amantes de andantes, y de caballos sin el virus, sin el HVP en cualquier pija vestida de Lacoste y de más marcas que no se fija nadie más que los ricitos negros de seda, algo de colegiada con la bombacha a conjunto del color con sabor a fresssh y varias manchitas del cachondeo pare.
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