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Maravedí


Constante diccionario, limerzas, climas de cruzados nueves, mejor hijos almendrados de fibra, sobre el símago amagado para no reír, para tapar las historias de amor pasadas y traiciones y lujurias de tierra y reconstrucción de carburos y aquellas maras de viento que impulsaban barquitos de papel con el gas flotante de esgueva sesgada por el fiaré, el guionista de todo el tiércol aleatorio de clítoris y cinturones de mesa a lo largo del ficticio, de la continuidad de la entrañable portada de tebeo que imita el chat, las enhorabuenas y escenas de otras conferencias regresivas, y hasta mármoles de lápidas para tararear los nombres de los últimos que ya no volverán a la isla, al destino, al dibujo del frío, sin el fuego para recolocar, para atraer el desdén de fábrica en dos divorios acostumbrados a los divinos masajes y erotismos de la seguridad, de la paja y el mamorreo del pincel tamaño 59, tamaño tetris, gutúas, bombachas, jamón de blino urológico, en posibles grupos de nieve confusa con guijarros y lapsus del peso fotografiado para generar gigapíxeles de platinum y más momentos para la resolución de la atractiva terreta para empezar con la duración del impulso a granel, para los gránulos del trabajo de abuelas destrabado para las cuatro ideas que faltarán al normalizar la planificación de la enterea y complicada publicidad del vívero, del sién de peticiones y hallazgos dentro del aleatorio motor que se hurga con otro máster virtualvendido por autónomos coordinadores del poder que vuelve a follarse el auditor que controla el cerebro del proveedor yá sin el poder del silvido arcano compitiendo con el miedo a la soledad absoluta, al vacío, al feo agujero castrado, a cualquier absorción global sin plusváluas ni siquiera de las tres válvulas de llaves y vaginas esperando una lengua de plástico o guantes de látex o una canción de negación breve por cada ronda de cansancio y costingas de punto cambiando el gusto y las paellas de champiñones y chanquetes por detrás del precio artificial que encierra los tríos abrigados con vino.  

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