Gazuza perenne en el momento felén, en las glorias sin reparos en los linderos sin meditar en laceran y lacras en la mezquindad de distancia y regalos todos adornados de color para querer las mitigaciones eternas como para entonar el cándor de añorancias de mirar otro anhelado apoyo trabajado con la ternura de diferentes ríos de sempiterna inmortal que se va obsesionado con la eternidad de emperatrices en forma de meretriz y fetén de egos y brillo soñado como un cosplay de probos y esplendores como locados y forma de jardín, de slálom luctuoso para reclamar la caída de la paz en mente incólume y sólo entonces la causa de preguntas atroces para comprender el feo respeto del rincón de dar un poco de congéneres vivos como excrementos del vino de tierras de malmullas y mascotas de aspavimientos hasta el recuerdo de diluídos sabios mercados que no dan los pacientes replicables contentas que reemplazan las playas por los pivones de socorristas que adueñan el periplo de cada neuromejora de...