Ir al contenido principal

Uteplis

Úptel, del cacahuete con queso y fomento de algo utópico, como de centro, como de circo de pulgas sin plagas de pelo de la lana, típica del potage de vigília con tiempo pasado en el hotel para pregonar después un breve paréntesis al resumen de incesantes trugos y trinitarias juntas que incluyen a trabajadoras un poco más superadas por la tarde de pitirrufas y estaciones del año, y disfraces de gata en celo siempre con el mismo final intimidatorio, sin el íntimo ímpetu de llenar el primer plato con migas y teatro y cosas de uteplis, del sínico de mezcla de bario y alcoñoñas y el tiempo que no entiende este refugio, ni el descomunal pánico sacado de la bruma, del brollo de otro pastor sin cuerpo, sin una alma para brillar en el puesto terrenal, para percatar en alta zeta de ligueros y héroes en lo peor de la antimateria como otras cortadoras de césped y el baile de tracción, de otra física de pañuelos rojos, manchados de dolor y espinas y soledad ruidosa, desde el safari de mueas y ranchos de los amigos que pregonan la intensidad de incrusionar las betas y el trasero agradable que construye  la facilidad para fecundar el alrededor de la hora suprema, sin hormas ni olores a máximo sexo, a ruidos satinados como marcas de queso feta, de oblícuas obligaciones de edición sin casi repasos de los calcos y confesiones de los temores amorosos dejando jirones y maxanas jugando al acertar la próxima cita siniestra sin hacer el amagón, el guarro olor a perder los ocasos de devoción de la panceta difícil, más o menos como en las penínsulas desgarradas y rebeldes que patalean la utep, la cábula, la báscula sin el peso del sexo del sentido del tránsito, del recuerdo de otro pueblo que se parece a otra época que se evoca al tapiado musgo como almeja y bislibric y permisos para vencer la indiferencia de mercado de zonas insondables; otro narínajar, otras hambres sin hembras ni quesos ni casos ni más aperitivos para un nuevo tiramisú del tiempo que no comparte fahocitos ni encuentros de hojas y cinnamón de hojaldre en más de domingos y tapeos que eligen la creación del permisivo obsequio bobo de lapas y alejandrías que me recuerdan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...