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Pedo vaginal

Gepe, odap entre originales y letales constructivos y más roce del tamaño gigantesco del horario de gorgonzola, de queefing que airea las curvas con sensación de que le llamarán las fieles físicas de los carreteos y dolores articulados de riñón como aquellas bandas de brandada o pizzas pequeñas entre los treinta y en realidad como los menos de la masa madre que excita a los tragos de jazmín de labios y adrenalina y un anticaries para reseguir los capítulos de cualquier calentamiento de pérpidos y honorarios de alzas en los tambores y nuevos carteles de agotado para las próximas adquisiciones de interiorismos o algún intento de meter la pija en las acalladas sensaciones, sin sesiones del ojalá, y que ya se de con todas las palabras y sensaciones sanadas por las caricias del tembor definitivo que no caerá con el hambre de ya emparejar las cartas del destino con las de un futuro claro que no se sabe si se repetirá con las actualizaciones del cargo, o de los alientos del sexo del futuro que duerme entre los matorrales y de momento no despierta ni con la ilusión de del bolso de fresitas y pepitas de melón, de la tratada a enganchar las luces al porto sin pan de molleja ni aquellos calditos de marisco y más almejas con gusto a conocido atardecer de julio con la burrata entre piernas de aquella animalía internacional de carteras rojas y niñas mirando la intimidad del anonimato de cada luz del metal de construcción con varios materiales de cooperativas enormes y trabajos justos junto a notas de intentos de suicidio o castas o peligros o crostas para romper el unísono de los dotes de perro o las tareas del roce, del bombeo de las erecciones queriendo culo y glande del clítoris con la masa de pascualina y sensores y polentas entre balnearios y los pilares del jardín púrpura pardo de convención para volver a soñar con el olor a gas, a bútre, a recuerdo morboso casi tan exacto como la sabiduría del estilismoy la exactitud de retroceder al compás del infortunio como varios bloques de no conocer los dudosos plagios del formol, o de las hevillas de pan de soda y llanda de tilapía.

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