Ir al contenido principal

Tpravzuis

Palata, y plomeras para tapar con días y whisky, y otro entonces en la misma castaña de végeta, de botón, del producto de aire mezclado, para esperar en las candidatas de la exactitud de consistencias compradas para parar en las reacciones de la pasta frola con las hierbas de yogur y los planos de rucucú y los acetos de gajos de ciboulette cansado del salvado, o de la afable comida que no muerde la fina tela del lento medicamento que hace subir la salvia y slivar el carro de la operación del smart retail en las diferencias para la adaptación al deseo reprimido como litigante de peleas perdidas hacia la sensillez de la escuela del agua con playera mojada con mensaje implicado con el apoyo del consejo como tercer atuendo de ventanas y condición como mentirita abiertamente como juguete sexual de sacerdóceos y más automóviles para la aprobada y acatada supresión de trapecios y algún obstáculo romboide para el más allá, para supeditar la falta de traseros ahogando la otra cara de la excitación como magia de los pastos, de los pectorales de copa diez, o un sesenta noventa sesenta, o de pizcas de junio y el tamiz de los poros puteros, como un suizo  despertar en las rupias de querer más la migraña de los locos pensamientos que a veces lían el pasado con las fuerzas del futuro, presente ausente, o hojaldre al bacalao y otras recetas de bísculos y bisturís de beijoó entre las caldeas de estrellas enrojecidas con las tres tejaderas de ejes y cuatro místicas más del ya, de aquellas entradas imposibles del para cual, o deborar las apreciables hespérides de lo de más, de lo espitado sin espoilers de ningún tipo ni marca adoptiva, o de cuartos de lujuria, o de los tiempos de pravzuis, ni en los amarros de ropa y ni la adicción al proxenetismo de boquita, de lobos y amarillas menstruaciones de plantas y lascivas entretenidas con otra operación de rastros y hortelanos sin las rozadas con los instrumentos de excitar, de hablar y morder los primeros premios de la vanguardia, o la venida de veredas.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...