Ir al contenido principal

Slagensie

No se sabe de donde gotea la bicheja del murmullo del malvón, ni si hay fantasías de más altos naranjos que bajan multicolor como final de resquicio, de doce movimientos de tiara con nubes y rubíes y el paso de las noches de enero escuchando las escenas de amor y cenas y la esplendorosa aurora de oro, la alabedra, la copia que mira a lo lejos vacas muertas, ratas y colibríes desiertos, sin las mantecas de mantilla, ni los senderillos de muñeca con carroza, que recuerda el nada más, los papeles de bombón, de estrella externa guisando pequeñas diamelas rojas y predeterminadas nidadas de hijos pequeños adheridos a un etresacado nervio de aproximación a un hervor de achiras y tizones de no sé donde que mientras cuentan en tenzas de fuego y losíes y palabras necias de apenas olor a sándalo, a aprisa de espárragos, a risas, a semillas de leche de paloma inicial, o de levísima siega de uno gris, o de la importación que vende un permiso que aparece en el cansancio de la luz de slag y sal de estilos sofisticados de publicidad retratada por otro resto de menos capital que cualquier tipo de fríos o recambios en plan de curiosidad, o síndrome de calar carteras sin leggins de plata ni aquellas obturaciones de jaurías que no se dan lógicas en un bambú, o en los días de no saber hablar de slaloms ni cortar americanas pijas con un pañuelo inglés de adorno o las telas de araña de los bajos sin locos y fijos nudos de alelí y alientos feos a monstruo como ser oscuro sin competitividad en la madre de metal con mentalidad de pororo, o cierta frescura de las algas, o del peixe en gateos y gestos de giff como previa inhumación del esperanto y las babas y los teleles de botón en una estancia normal de perfume de la máxima categoría del escatérgoris lanzado con la botella de sol y almidón y vacas sagradas o tierras laicas con acento de mujer formal, incubada con retortijones y gases en otra masturbación incontenida por las propícias propinas y las penas del requesón atracado en el puerto de arbolados cauces de aquella playa sin televés de rebabas comunicativas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...