A secas, vía sanguínea, subcutánea, que sigue gallinas, y persigue llamadas que no ceden la alemania que viene con el making off a secas, sin el blanco satinado, sin fiordos desiertos, sin el paseo de la merluza, sin excepciones de las partes hacia la luz, y la luz se hizo, con la batidora de las buenas señales que acaban en busca de la salud, y no pueden más y hablan con el frigorífico y la paciencia les responde y procede para combatir los orgasmos y algunos frappuccinos con hielo y tesosros apoyados por las gracias y los denadas de las otras veces con las nuevas estrellas caducadas; y se forman gelatinas amarillas, con el sonido gaseoso del petrarca que se espera tres segundos para mirarse el ombligo y oler la bombacha satinada con menos pudor y la piel de gallina, derramada del vaso de zúmex.
A secas, vía sanguínea, subcutánea, que sigue gallinas, y persigue llamadas que no ceden la alemania que viene con el making off a secas, sin el blanco satinado, sin fiordos desiertos, sin el paseo de la merluza, sin excepciones de las partes hacia la luz, y la luz se hizo, con la batidora de las buenas señales que acaban en busca de la salud, y no pueden más y hablan con el frigorífico y la paciencia les responde y procede para combatir los orgasmos y algunos frappuccinos con hielo y tesosros apoyados por las gracias y los denadas de las otras veces con las nuevas estrellas caducadas; y se forman gelatinas amarillas, con el sonido gaseoso del petrarca que se espera tres segundos para mirarse el ombligo y oler la bombacha satinada con menos pudor y la piel de gallina, derramada del vaso de zúmex.
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