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Cuntcunc

Sonoros entre telarañas debajo del dicen de niños y cucos y croquis del perdedor que hormona, volando en famílias, en cafeína a acostadas, en quinto sartén cubierta por las veces licuadas en la piedralumbre que atrae los moscones hacia la verga, hacia el amar, hacia el impulso de la zanahoriahacia otro orgasmo enfadado que no reparte niñas ni caramelos ni silencios, ni veladas para el favor de cada timbrido, de cada bombeo del miembro mirando fuera de la reacción del peón de la política de futuros y pasiones de un universo de clases regulares y magia asistencial con la historia del punto de virus y taras y algo de naret elevado al cubímetro veranos y diferencias de válvulas para la invención del intervencionismo emocional, del mucus, agarrado al seno del márketing que emite el cunt del punctum, de la era ajardinada por la salístia de salitre y cuadros de chocolate con paraguayos y premios para el segundo guión de la nueva vagina que se cree la madre del ciervo disecado y enjoyado con la mortaja randa y preguntas traidoras con los retortijones del frío, a la vista del tal vez en latín que flota en la onomatopeya del oído que ronca como la campestre cantada, la palma y las defensas, y las menciones del vudú cantado, de mal elemento del mono de la merienda dulce, sin el argumento del estúpido en cuanto al rebrote de calcio y auras de tréboles y pistiles de sueños rameados como dos colgadores cotidianos, ciclópicos de estanque y nidos de arte con la palabra común de esencias y ojitos de novedades a plazo de cueros cabelludos y siete largos hacia la vez pobre, otro calzado de puáj y visualizadas mamaderas tranquilas, hasta un mínimo acto enamorado del futuro de la pichina de luto partícipe, descabellado, queriendo decir social y no queda otra íntima, sensiblemente viendo el fuego y las brasas que hornean el tuesto, el ajo, el queso de anfetaminas ventiladas para cartoneros y cocheros de barrancas con cadenas y perritos de crépes e implicaciones para el postulado moderno, caminito a ocho mil optadas para decorar, otra rellena a saber y a escuchar el voto por cápita del manotazo, poniendo el cuero en el díxit a escondidas de algo de bolas y bombachas y cornejitas dipinto, y bizarras que prefieren poca memoria para la boda sin la lenta combustión de otra casamentera tal, invisible del hostigado binomio sin forro, del mismo tan básico que no aporta en otra cómoda del lugar como una trasladable habla del amateur cómprame.

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