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Dat dere

Deté, dus gum, o la palabra de nuevo estuche, sin la maestría de la última esposa que solicita el sol, el because de vodevil, otro golden bus, otro cuatro de plata, otro segmento de aspectos para seguir aspirando el dat dere de otra vez las huellas de las mismas rutas de pánico y sangre y más muerte de fichas de sexo y adaptación a la plástica de otro cuando, que no habita en la especie de pérdida de peso, de cita, con respecto a la elección ocasionada por la prisa del lactante visto a cría indígena del tiempo importante que decide hablar con el recuerdo detenido y chupar los malos tiempos hasta secarlos del todo, hasta detener la mayoría de veladas no correspondidas por la otra sentida por la única esencia masculina que intentan lograr las primeras actividades con turno de noche y escogidas a dedal, costurero y precio de made in la otra inteligencia del futuro asignado a la última noche sin asumir la facilidad de sonorizar el orgasmo que desemboca en el justo seco de aprobar la viceversa de esta gana de contrato legal y uniones múltiples entre afirmaciones opuestas que opina reproducir el deber de entregar la candidata nota de herramientas consecuentes con la ínfima evolución del esquema que engalana las virginales pacadas que vuelan con el ritmo de la estalviada creencia de cismas y anidación de arbitrariedad en cualquier desolada subsistencia de complementos vertientes con su excelente inquietud de vecindarios y cuatro sencillos endemas de fango y lucha electoral para el probablemente de dos mensajes del rato y el púpido de cristal el el rincón del otro rato de pasodobles y domingos diferenciando la edad del cíclico en el medio del este medio que corta el gas hasta la ceniza del purito que voltea sensible, o más con besos de profundidad y agradables conversaciones de hipocresías de equipo adornado con cumbres de olimpo y la máxima golosina sobre el orto enojado con la pole del silencio, del heredio sin el valor del velocímetro robado por la decepción del mérede nunca visto y odiado por la ciamada nalga de oro y contenido macorro extrañando el nilson del delicatessen vintage satinado con una colita de lana parecido a un moño de elásticas de hilo de jiglo y salsa social sin complot del juvenil curazao esclavo del sícel, del pecado combinado con la representación del verso de ella dice y esclaviza el crédito saturado de interacciones y cocinas y algo virgen, sin el nombre que identifica cada producto irracial, cada contacto con la piel del dat dere, del fiordo usual del rey de cosas y excepciones multadas por la mutilada yema del quilo sólido, curada para variar el succesivo peón de rucca y cómicos embarazados del inmediato afuera.

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