Lorth

Lothric, lotus de alelíes, o no el normal lado que no se ve, que palpa el baile, la pulpa en pedalín en la compulsividad parecida al poema a carla villacampa empezando por los recuerdos de la zeta en modelo eme, dádibla, bizzarra, de cada preferente robada sin la denuncia académica del manosamiento de la tos alocada difundiendo la acción del camec de poesía o apurar el paso personal del enorme recuerdo de veta, de marcas que participan firmamente para despegar con la apología del conflicto entre amores imaginarios y sentidos que basta con oler el índice visor o viejo book en un único carácter armenio medio entrado en los ojos de trastocar cada aprendizaje a nivel logístico o la salu, la noche de mención del cambio de mano de la existencia que no traza el animal vivo ni en la pompa humedecido de pudor y humectante y varias tetas de epopeya sexual más contundente que la plasticovisualidad como arma de culpa o hachazos cuando calder, ginebra de blonda, o cada utilización proyectada pictóricamente para la variedad chupada con el regalo de helmud, de muda alemana y rubio teñido con el postre de limón en la catarsis de platea, o en cualquier litigio permanente que se otorga en balde, y una vida de señoritas en el exorcismo de cuentos de barrendera y el pacto, y lorth con el soporte reescrito y la vuelta del campo de pruebas y botas intervenidas para minar con consignas infiltradas por los orgasmados y escurridizos hilvanes para inventar otro dibujo de piel desvestida y guitarras y romances de poro, o algo sin cremallera ni dudosa difícil acabando los minutos, los divorcios de madre de zarpas y  repollos ahogados sin la evacuación del pensamiento censurado y a la antigua aunque sin becas alegres para inalcanzar aparentadas para el antojo de tombuctú y curvas y saliva olvidada para hacer destrucción entre una cordura pretendida por la reacción descomunal, o puesta en el viaje de charcos taconados de nadie, sorteadoscon otra calada de prueba, con otra equidistancia de guardados apuros desintegrados por las escarranosas costuras de rabia vil, o gotas de un triste campo verde de extremas gatas versando comida de espuma de ave de paso.