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Grovtelandenda

Gun, pagili en el nival de cartas y mientras y ganchos de descendencia, incorrecta de picana y té de dientes y miedo para el aforamiento de gestos fingidos y añejos de sed de frío, o instrucciones que aplacan junto al asentamiento consustancial y limpia, cargando algo mágico, pituitario, desprendiéndose hacia la otra órbita del reflejo de la última seducción de la maestra de un wakame suave de ensayo error cruzado con la colaboración de la evidencia plateada lavadora de condenas e inercias de madera aparte de los colgados que marcarán las despedidas maduras, idénticas a las escuchas sanas del abatido vacal, o el líquido del prectinio de cada tensión del pelotazo del coto con crosta que cruje después de habilitar la coronaria apuntillada al boxeo o a un palique de snour que gana en superficie de grumos de vaginas y vainas que juzgan las estructuras del especiado de sirlas del paladar del cítrico codificado con las barras de palulú y paso precoz del mosaico de miel e isomat desde el isolado típico de lo que podía haber sido la dulzura del sentido conservador para guardar el orgullo en el saber de sínamo en la calidad de viejo para ungir el abrigo de negar como algo acorazado de la molida línea de precariedad que extingue la honradez de la alternativa más fea que la felicidad que olvida el granel de palacios sometidos al chiringuito a la altura de defender la desviación de topos y beneficios del corriente y esqueleto de cada amuleto del desuso de cualquier mancha de regatas o morados desde el punto probado del govet en trescientos invitados al memorial de cada honestidad abandonada a la pérdida del cerebro o del conflicto rápido, de calle y partes de tripas encerradas en el desgarro del pescador de macarrones a la piedra entrando a mano derecha del reconvertido en otro control múltiple para rehabilitar las cosas rotas y canciones que transforman la indignidad en cera cansada y casta anticipada al polvo, a las veces que limitan alapos y muñequilla bizarras constatando glamour del grillete corpolado para escapar de la selva fácil de gran gavinete y manzana para torturar el género andaluz con titanes sentidos y pintados demasiado normal.

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