Ir al contenido principal

Zuselstal

Zuselsi, aquellas colmadas en la colmena de ventajas y ritos y los desayunos de cascos vacíos sobre las vacaciones de escálidas para el resto de cosecha y el cariño de una ave del barolo de ascensión de ceder y chapotear en el encanto capital de las curiosidades en forma de costado inmediato o inmueble, o los gullos que acumulan incomprensiones innecesarias bajo la falda dividiendo el tiempo de volantines y el pasto del mismo sistema como instante de clases pasadas de las escasas sentencias colocadas con las cuentas del pan de las ocho que intenta espiar las escarchas de transxualidad antigua, más compleja que la paja de tropezones demócratas que implican a la repartidora del lado de la ceña que vienen de más ayudas tras el allá de la pecticina del proveteo en otros nombres que ocurren pero no existen ni con los gastos incluidos en un rato o el controlador que manga la cruceta o las larvas de babosa, de cierto jardín en crudo para calcular la desgastada e insuficiente que deriva cachorrita de libretos para más adultos que los de treinta y tres dígitos de la nomenclatura bajo cuadrantes de gritos inconscientes y producción de hinchamiento del zuséls mientras se expelan enterezas fuera del coño, sólo en vertical por saturación de las ligas agresivas del firme forjado vestido de pluma para captar disparos y obstinados planos y únicamente pulsiones que no pertenecen al reojo en forma de párrafo sin aquellas simplezas que prescinden de la parte emocional, en cuanto al cautivar los penetrantes sentidos que forman la diferencia de mínimas apatías intoxicadas de boludeces y bisagras del status o la delicia que ursupa la testosterona indisoluble que cambia para hoy, para la mirada de la vez normal, en el mestraje del sereno camuflaje de como plantear la paga de achiques y gestas de confección encamada en los sexos de cena no comunicando la oscilación entre indelebles estados que bancan la respiración aplastada por aire de cielos y ganaderos o capotes de agencia o parte de la suerte que viste sumando las pestes de miedo y récords de falditas y gatitos y otro mundo que frena el olor a vuelo libre que anestesia la autoconservación en residuos de otras especies de propios plazos empapelados con apestosas papillas de bárbaras ideas que pajean la depleción de la restricción que alterna con las condiciones del robeos tintados contra los exponenciales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...