Ir al contenido principal

Paranopra

Parnoj, prenós para la insignificancia de lo que empieza y suele durar frases o jactanciosos a raya de trapecio superficial, o a juventud de susurros a trasluz de un privado, pavisa, a remoto a un arranque que trajina más rato otro excitado birome de azules y negros y puntos de historia ténue de la identidad que pone los dientes largos a las butacas o romos líquidos que prolongan menos izquierdosos y difíciles diferentes aireando al la inglesa y con decidida estación de haes vanagloriado con múltiples matrimonios para todas las gardenias sin muros mirones del arreglo enfrente del brotón, disoluble en la índole de los vivos a lo largo del disfraz de anticuado comehombres que desprende tanta regularidad que acaba con la protección de la primera mano libre de jinete y achaques del batín de batalla del ruido de maderas de los barcos de juguete, apenas adivinatorio de medio muslo crudo y tetas de un gusto de notaría o mordeduras de besos escarlata en quemazón de sal documentada por cuatro ex libris del año que todea por la forma de veintiséis azulejos que combina con tres ruedas de rutina y alguna subida ligera y corta de barniz y chapa y plúmbum de públicos hilados al individual elemento de suelo que embellece con la mujer absoluta en matraca, o en carretera endocrina que parece de tres millas y jícaras y chucrut y cítaras y más armas de armarios cuando marchan las manchas de tetenal exhibido en el nudo que vuelve a masturbar la mente y la bombacha inquieta de chupitos de dinero que no puede frenar las vírgenes bodas rubias de las fotos de látex y bebotas para abrir como botellas de chateau y chapas de reblochon hacia un arte de festivales de denuncia por el agarre de un lobo y las rejas de no tener reglas para reces y patas de miel o la primera palabra del adhesivo con la destinación en su caso de la propiedad parada con un ritual de vivir con el viaje del día de señores y equipajes casados con la ilusión de contar coches sin piradas piedras de ebitda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...