Proló

Jelentése, prológicas, breos, preos y demás procreadas que no eran de ventanas aventajadas con mil matices de barniz que parece otro fluido diluido con aquellas inservibles excusas de distracción para el resultado de los responsables actos de cobardía y miedo y metralla del demond desmoldado por solitarios espectros de coloristas en los lemas de la decantación y prólogos para libretillos libertarios y proezas imitando las esmiendas y pesetas ya inexistentes, tocadas por el tóxico aullido del celo incoloro, atemperado por el clima polar, por súbitas subidas de excesos feudales, a raíles de párrafo para comunicar espacios ya rotos, intentos de trintrín, de aglomeración, de gusto para otro coqueteo más, sin olvidar el dissé, los repollos de jelentése, breos para procrear y buscar más y más vocabulario de orgasmos y puntos gatillo de las aves y gallinas para el plato rebozado del próximo atardecer, limitado a pintar con el mismo pincel del río fiffer, hasta el quinto a la izquierda del cuadro cuerdo y las aquellas chicuelas de cacheriles y prisa para las horas que no gustan a la antigua menos diez entre el monólogo del sudor de tules enel departamento de berridos del naturalismo que guarda las formas del remolque visual de las remeras de la edición de alquiler sobre dinámica para autosobar el acertado regalo del mainexplainer sin energías para seguir haciendo funcionar la cansada mente pensante y los izquierdos de villaescusa con las marcadas bisexualidades del escorbuto y las bacterias de unas cuantas locas pausas para poner la papusa al tono de tos temblores y la tetraparesia de algunos vientos tipo excelentes fotocopias de cualquier calidad de cálculos y arbeos en el verde canfanga, y las trémulas de objeción dubitativa que no llegan a llenar la nada con el tipo de plástico en la cabeza seta que conlleva el juego sangre partes corporales para jueguecitos y costras a todo color, y más fábrica de pus para enrojecer los crispados intentos de autoejecutar la hambruna del ventrículo derecho.