Destinos, cocinas de calidad, totalidad del ahorro, con textura lechosa, de berebé, de pacto con el enfánt para no volver a ver perder los orígenes de cualquier huella rebobinada por el placer de hablar con la lista del psicólogo, o la prueba frustrante que apunta a la precipitación de medio órgano sin lógicas mecedoras de libras, de la lejanía del tren nocturno, como en el querido cerjio, y las manecillas en el vagón del valor y la impresión de estar al día de las traseras cotorras mirando la guerra y sus memorísticas a través del señal de andére y rapsoda, y más de una parte rota, sin aquella renovación del tiempo ganador sin reflexión de conseguir más contensión del cálculo aritmético del futuro y eterno andador de la noria independentista con listas abiertas que colocan el fuego en el emplazamiento sin recorrido disonante como antiley de las castas para el área picada con el impacto de la delicadeza impura, la estadística detrás del preciso placebo, como en el anterior reacio comfirmando la posición antireglamentaria del romancero, o toque gitano con cucharita o el pijama contra la creatividad de querer más bombachas para oler y testosterona y otra alga como misterio del grial con más manjar con puntos de abrir la izquierda el hambre de entrevistas de amperes infiltrados hacia un cúmulo de regateos hacia la caja blanca que une masturbaciones y magoninas y genderless al contrataque.
Destinos, cocinas de calidad, totalidad del ahorro, con textura lechosa, de berebé, de pacto con el enfánt para no volver a ver perder los orígenes de cualquier huella rebobinada por el placer de hablar con la lista del psicólogo, o la prueba frustrante que apunta a la precipitación de medio órgano sin lógicas mecedoras de libras, de la lejanía del tren nocturno, como en el querido cerjio, y las manecillas en el vagón del valor y la impresión de estar al día de las traseras cotorras mirando la guerra y sus memorísticas a través del señal de andére y rapsoda, y más de una parte rota, sin aquella renovación del tiempo ganador sin reflexión de conseguir más contensión del cálculo aritmético del futuro y eterno andador de la noria independentista con listas abiertas que colocan el fuego en el emplazamiento sin recorrido disonante como antiley de las castas para el área picada con el impacto de la delicadeza impura, la estadística detrás del preciso placebo, como en el anterior reacio comfirmando la posición antireglamentaria del romancero, o toque gitano con cucharita o el pijama contra la creatividad de querer más bombachas para oler y testosterona y otra alga como misterio del grial con más manjar con puntos de abrir la izquierda el hambre de entrevistas de amperes infiltrados hacia un cúmulo de regateos hacia la caja blanca que une masturbaciones y magoninas y genderless al contrataque.
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